Dios por medio de la Biblia nos enseña que el ahorro es una llave de bendición y una puerta a la prosperidad. Asi los hicieron nuestros abuelos y compraron casas, tierras, etc. La gente prospera que conozco lo confirma.
Hoy los “gurus de internet” que nunca tuvieron una empresa y que se dedican solo a hablar, te dicen que no ahorres.
¿A quien le vas a creer?
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