Escuchando a la serpiente

“Las serpientes primero te enredan, después te muerden y terminas haciendo lo que ellas quieren, al final de todo, te alejan de Dios, sino pregúntale a Eva.”

La persona chismosa o murmuradora nunca te hablara nada bueno de nadie, se alimenta y encuentra placer en ensuciar y hablar mal de la vida de otros. 

Lo que muchos no saben es que el chisme no es solo un pecado de quien lo practica sino también de quien participa del mismo. 


Mas allá de ser pecado, el mal mayor es que también puede ser una influencia de un demonio operando en la vida de esa persona. La Biblia dice que la lengua es inflamada (encendida, activada, manejada) por el mismo infierno.

Stg 3:6    Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.

Su poder de contaminación es tal que la persona que se expone a una lengua chismosa tarde o temprano terminara actuando igual o con la mente o el corazón envenenado por ese espíritu.

No te contamines, mantente limpio, la Biblia dice que pensemos en todo lo que es bueno, todo lo limpio.

Flp 4:8    Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

Cuando nuestro corazón esta enfocado en Dios no tenemos tiempo ni deseo de escuchar a las personas tóxicas que solo nos hablaran mal de otros y seguramente también terminaran hablando mal de uno.

Presta tu oído y tu atencion solo al Señor y deja que El te guíe!

Pro 4:20    Hijo mío, está atento a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones.

– Noel Solis –

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