No huyas de la soledad, aprende a disfrutar de tu compañía. Porque en realidad, todos estamos solos. Aprovecha esos momentos de soledad para conocerte mejor y para descubrir lo mucho que vales. Y si te sientes muy sol@ deja de mirar a los lados y empieza a mirar hacia arriba. Dios esta siempre contigo, es tiempo de hablar con El.