No se puede ser un líder y a la vez un seguidor.
La posición de seguidor es para aquellos que desean todo hecho, los que no gustan de buscar, indagar, explorar y descubrir y prefieren que otros lo hagan por ellos.
El líder es punta de lanza, abre camino donde no hay, el seguidor solo camina donde otro ya caminó.
Cuando Jesus caminó entre nosotros, fue un innovador, desafío lo establecido, no se conformó con lo que había y eso provocó una revolución en su entorno.
Un verdadero líder siempre busca superar los limites y traspasar los estándares, no se conforma con lo que ya hay, sabe que siempre puede haber algo mas, algo mejor y va y busca alcanzarlo y superarse a si mismo.
Por muchos años la iglesia ha formado seguidores, personas dependientes de maestros, de libros y congresos, necesitados de ungidos e iluminados sin embargo no siempre fue así. La primer iglesia no tenia nada de eso, no necesitaron libros ni eventos de autoayuda porque les habían dicho que ellos tenían la unción del santo y no necesitaban que alguien les enseñe (1 Jn 2:27), que ellos mismo podían y debían buscar a Dios y encontrarlo.
Esa iglesia no tenia ni siquiera Biblias (aun estaba siendo escrita) mucho menos libros de auto-ayuda ni congresos, cantantes o artistas cristianos, no buscaban a ungidos o iluminados por que todos ellos ya lo eran.
Esa iglesia transformo a su mundo conocido, sacudió al mismo imperio romano y pusieron de cabeza el mundo entero.
Hoy las iglesias parecen granjas de pollos de engorda que solo sirven para consumir, hay tanto libro, evento, ungidos, iluminados, congresos, etc. y solo se promueve el consumo de placeres espirituales, egos son inflados y cabezas agrandadas pero tristemente tienen poco o nulo poder para cambiar este mundo que se pierde.
Que tal si enseñáramos a los creyentes a buscar a Dios, a dejar de ser seguidores y enseñarlos a ser precursores, que tal si dependiéramos del Espíritu Santo en vez de depender de hombres, tal vez seriamos nuevamente esa iglesia Gloriosa, sin mancha y sin arruga que El viene a buscar.
Quiera Dios levantar una nueva generación cansada de consumismo pero ávida de un avivamiento, una generación que no desea caminar por el camino amplio sino hacer la diferencia. Una generación dispuesta a impactar su mundo conocido por que ella misma ha sido impactada por Dios.
Tu puedes ser parte de esa generación, deja de ser un seguidor y empieza a ser un precursor…tal como Jesus lo fue.
– Noel Solis –
